Al grito de ‘Vuestra codicia nos pone enfermas’ un grupo de feministas, vestidas con batas blancas, ha interrumpido la inauguración de Infarma Madrid 2016, una feria que reune a los principales laboratorios de la industria farmacéutica de Europa. La inauguración del acto estaba a cargo del consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Jesús Sánchez Martos.
La acción se enmarca en las celebraciones del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, y pretende denunciar, según afirma un comunicado lanzado por el movimiento feminista autónomo de manera paralela, cómo las industrias farmacéuticas, en alianza con los gobiernos, “usan, abusan, precarizan, empobrecen y debilitan nuestra salud y nuestros cuerpos con la única finalidad de aumentar sus beneficios económicos y el control sobre nuestras vidas”.
La industria farmacéutica y la ciencia médica patologizan y medicalizan la salud y los cuerpos de las mujeres prescribiendo medicamentos de forma innecesaria y tomando como medida para los ensayos clínicos los cuerpos masculinos, extrapolando los resultados a otros cuerpos de forma inadecuada, tal y como denuncia la endocrinóloga Carme Valls.
Así, mientras los ingresos de las grandes farmacéuticas aumentan cada año, los cuerpos de las mujeres se medicalizan a través de la prescripción de diferentes fármacos sin tener en la fase de diagnóstico otro tipo de factores ambientales o el entorno. Junto a esto, diferentes procesos fisiológicos, como la regla, el embarazo o la menopausia, se patologizan como si fueran enfermedades tratándose con fármacos e intervenciones de manera sistemática.
De hecho, según la psicóloga clínica María Jesús Serrano, en los estudios sobre prescripción de psicofármacos se concluye que la relación entre hombres y mujeres recetados con tranquilizantes ha sido siempre de dos a uno, es decir, el doble de mujeres que de hombres toman psicofármacos. Las cifras muestran que, entre las mujeres de 18 a 29 años, el 12% utiliza tranquilizantes; entre las de 30 y 44 años, el 21%; entre las de 45 a 59 años, el 22%, y la cifra se eleva al 25% entre las de más de 60 años.
En su comunicado, las feministas han querido recalcar “la alianza neoliberal y patriarcal entre el mundo de la medicina y la industria farmacéutica va en contra de nuestra salud”.
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